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Foto del escritorSusana Padron de Grasso

Esa terrible conducta: ¿Qué hay detrás?




La temible y terrible CONDUCTA, muy presente en aquellos niños con alteraciones en el neurodesarrollo. La conducta muchas veces es comunicación, la forma de manifestarse que tienen muchos pequeños.

Para aquellos niños que no tienen lenguaje oral, un empujón, un grito es más sencillo que explicar el porqué no quieren algo.Cuando los niños no comprenden lo que está sucediendo a su alrededor o no le está gustando, la conducta puede hacer que salga de ese sitio o situación que no se siente cómodo.

Debemos poner el foco en lo que desencadena la conducta y no en la conducta en sí.

La teoría del iceberg en la conducta, quiere decir que solo vemos la punta del iceberg, pero hay mucho más.  El comportamiento de nuestros niños es como un iceberg, es decir, la mayor parte de la “masa” de comportamiento se encuentra debajo de la superficie, la parte que vemos es la más pequeña.

 En este sentido, el comportamiento que se ha desencadenado por los sentimientos, por las emociones que surgen de las necesidades más profundas y arraigadas de una persona. Son necesidades que debemos atender con atención y presencia, ya que son necesidades humanas básicas tales como la autonomía, la seguridad, la confianza, la empatía, la comprensión, el sueño y la nutrición adecuadas. También tienen cabida el sentido de pertenencia e inclusión, la competencia, el respeto y por supuesto, el amor.


Cuando se satisfacen las necesidades básicas de un niño, se siente satisfecho, conectado, seguro y confiado. El comportamiento se ve “bien”.


Por el contrario, si estas necesidades no se satisfacen en el niño, puede sentirse inseguro, asustado, enfadado, incomprendido o desapegado. El comportamiento que se muestra, entonces, parece ser lo que podríamos llamar “inaceptable” a medida que el niño trata de satisfacer estas necesidades no satisfechas. Esto ocurre subconscientemente, por supuesto, un niño generalmente no te va a decir: “Saben, mamá y papá, no me he sentido incluido en la familia desde que llegó el nuevo bebé, ni me he sentido respetado cuando hablo, así que voy a reaccionar llorando o voy a tener una rabieta durante un momento para que me toméis en cuenta y me dediquéis atención. Sus necesidades son válidas, sus sentimientos son válidos. Pero él está equivocado en sus intentos de hacérnoslo saber.


Lo que debemos hacer como padres es, ante el mal comportamiento, recordar que el 90% de lo que está sucediendo está debajo de la superficie. Debemos mirar profundamente para asegurarnos de que el niño está recibiendo toda la atención que necesita, ya que el comportamiento se basa en eso.

 

Imagínate un iceberg. Ese bloque de hielo no es solo la parte que se ve, la que sobresale del agua, sino que hay una parte sumergida que es mucho más grande, y que los barcos deben tener muy en cuenta a la hora de navegar. La experta en Disciplina Positiva María Soto explica el comportamiento de los niños de la misma manera, utilizando la teoría del iceberg. Para ello nos pone un ejemplo: "Imaginaos que mi hijo mayor pega a mi hija pequeña y yo le castigo para penalizar su conducta (parte visible del iceberg). Sin embargo, no miro en la parte no visible del iceberg para entender qué le está motivando a pegar a su hermana. En este caso lo hace porque tiene celos. Mañana, en vez de pegarla, le esconderá los juguetes. Yo volveré a castigarle. Su creencia errónea (pensar que yo quiera más a su hermana) seguirá ahí".


No aplicar la teoría del iceberg supone centramos solo en la conducta visible, no vemos el fondo (las creencias que lo motivan, el para qué -y no el por qué- se comporta así). "Esto nos impide solucionar el problema. Nos estamos limitando a tratar de controlar el comportamiento "erróneo" de nuestros hijos, y esto solo nos llevará a frustrarnos porque no lo conseguiremos".

 

Si tu hijo siempre está de mal humor, si solo sabe quejarse, si ha pegado a su hermano o a un amigo del cole, si de repente se coge una rabieta que no entiendes, en vez de castigarle o ignorarle hasta que se le pase, debemos preguntarnos para qué hace eso, es decir, mirar en la base del iceberg. "No hay que pensar que nuestro hijo actúa de una determinada manera para molestarnos, sino porque le pasa algo", señala María. Como dice la fundadora del Proyecto Educa Bonito, "nuestros hijos se portan mal porque no saben expresar lo que les pasa de otra manera, los malos comportamientos son malas decisiones que nos hablan de una necesidad. Y ante su necesidad mal expresada, muchas veces solo tenemos en cuenta cómo lo expresan, no lo que sienten de verdad".

  

Educar aplicando la disciplina positiva


Tener en cuenta la teoría del iceberg es educar aplicando la Disciplina Positiva y María nos da algunas claves:

o   Cambia la autoridad por la confianza y el respeto. "Si nuestros hijos captan que para los adultos lo más importante es mandar, van a querer mandar", señala.

o   Dales opciones dentro de los límites establecidos. "Si ellos sienten que pueden escoger y que se tiene en cuenta su opinión, estarán más receptivos y con menos ganas de mandar", subraya. "Si nos ven como figuras autoritarias, se negarán a todo lo que les digamos", añade. Si lo piensas, hay muchas cosas sobre las que no podemos dejarles elegir, pero otras sobre las que sí, por ejemplo: ¿qué quieres merendar: manzana o plátano? ¿Qué prefieres ponerte: falda o pantalón? Irles dejando tomar pequeñas decisiones es muy importante, porque les hará sentirse importantes, y les irá educando en la responsabilidad, más que en la obediencia.

o   Hazles sentir capaces para que recuperen su autoestima creando situaciones que les hagan ver que progresan. Está claro que para nosotros es más fácil atarles los cordones cada mañana, perdemos mucho menos tiempo, pero... ¿y si les despertamos cinco minutos antes para que lo hagan ellos solos? El chute de autoestima será brutal cuando lo consigan. "La sobreprotección les puede hacer sentir inútiles", nos recuerda María.

 

o   Elimina las etiquetas. "Son limitantes y arrasan la necesidad de crecimiento. Si a un león le dices que es una hormiga, actuará como una hormiga", explica la fundadora de Educa Bonito.

o   Transmíteles que les tienes en cuenta, que son lo más importante para ti, involúcrales en tus cosas, escúchales. De esta manera s

No focalices tu atención en COMO es la CONDUCTA, focaliza tu atención en PORQUE se genera la conducta.

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